Terapia individual

Adultos

La psicoterapia en adultos se puede realizar en cualquier momento de la vida y tiene como finalidad aminorar o eliminar las causas que producen una situación de infelicidad en la persona. Se alivia la disonancia cognitiva, es decir, la falta de consonancia entre lo que hago y debería de hacer o cómo me siento y me gustaría sentirme.

Depresión

La depresión puede tener muchas formas de expresión: tristeza, angustia, llanto, aislamiento, falta de energía, fragilidad emocional, falta de motivación ante circunstancias normales, dificultad para disfrutar o encontrar estímulos satisfactorios (anhedonia), apatía, agresividad, mal humor, abandono de la higiene personal, abandono de la comunicación con el entorno.

Muchas personas tienen la creencia de que de una depresión se puede o se tiene que salir por uno mismo, que uno no tiene por qué ir a contarle sus problemas a un terapeuta. Ante situaciones como ésta se corre el riesgo de cronificar la depresión durante muchos años o toda la vida.

Una persona que ha tratado su depresión aprende también a gestionar sus emociones y recupera la motivación para realizar las tareas cotidianas que antes le motivaban, recupera la alegría y la estabilidad emocional, y recupera las relaciones positivas con su entorno.

Ansiedad

Podemos identificar un trastorno de ansiedad cuando una persona sufre inquietud permanente, estado de alerta, o en ocasiones, ritmo cardiorrespiratorio acelerado. Alguna vez se pueden llegar a sufrir ataques de pánico, esto es, sensación de muerte inminente, dificultades para respirar, sudoración excesiva y desesperación.

Un tipo de ansiedad bastante común es la ansiedad anticipatoria. En estos casos la persona anticipa constantemente hechos negativos o catastróficos sin ninguna fundamentación real. Como consecuencia, las personas que sufren este trastorno lo pasan mal constantemente  (lo paso mal si llueve, y si no llueve lo paso mal porque seguro que va a llover). En estos casos podemos hablar de «profecías autocumplidas»: la probabilidad de que algo ocurra aumenta si la persona se predispone a ello (como pienso que algo va a salir mal, me pongo nervioso, y como estoy nervioso al final lo hago mal de verdad).

Estrés

Las personas sometidas a estrés tienen un descenso en el rendimiento de sus funciones intelectuales: nerviosismo, agresividad, insomnio, o dificultad para la concentración, memorización y recuperar lo memorizado.

Para resolver los problemas de estrés primero hay que reconocer los síntomas, identificar causas y efectos, y aprender a reinterpretar los propios pensamientos, creencias, la conducta propia, y la de los demás.

Además de la posibilidad de cronificación, existe una alta probabilidad de convertirse en adicción.

Problemas con los límites con los demás y con uno mismo: Aprender a decir NO

Hay personas que piensan que siempre deben de estar disponibles para los demás. Suele ser especialmente común en las profesiones donde se establece una relación de dependencia (cuidado y cuidador). En estos casos debemos dotar al paciente de herramientas para encontrar un equilibrio entre las necesidades propias y las de los demás.

En otras ocasiones, los cuidadores, inconscientemente se escudan en los cuidados al otro para desatender sus propias obligaciones (laborales, sociales, familiares, etc. justificados por esa dedicación al otro.

En terapia aprenderás a poner límites a ti mismo y a los demás.

No somos mejores personas por decir siempre «sí». El hacerlo puede crear grandes problemas personales de dependencia, sometimiento, falta de libertad…

No van a dejarnos de apreciar o querer por saber decir NO.

Trastornos de la personalidad

Un trastorno de la personalidad es un tipo de trastorno mental en el que se da una clara distorsión de la realidad y alejamiento de las costumbres y creencias culturales propias del entorno del sujeto. Puede provocar mucha angustia y afectar seriamente a la capacidad para desenvolverse en la vida.

La sintomatología difiere según el tipo de trastorno.

Los trastornos suelen aparecer al principio de la adolescencia o la edad adulta y en algunos casos debutan antes (durante la infancia). Su duración es variable.

Existen 10 tipos de Trastornos de la Personalidad, clasificados en tres grupos, que resumidos son:

Grupo A: Las personas de este grupo parecen excéntricas o extrañas.

  • Paranoide: Desconfianza y recelo.
  • Esquizoide: Falta de interés por los demás.
  • Esquizotípico: Ideas y comportamientos extraños o excéntricos.

Grupo B: Las personas parecen dramáticas, sensibles o erráticas.

  • Antisocial: Irresponsabilidad social, despreocupación, evitación de los demás, engaño y manipulación para beneficio personal.
  • Límite: Problemas para estar solo, miedo a ser abandonado, dificultades para controlar las emociones y comportamiento impulsivo y/o adictivo.
  • Histriónico: Busca atención y se comporta de forma dramática.
  • Narcisista: Autoestima frágil, necesidad de ser admirado y una visión exagerada de su propia valía. El narcisista “no ve al otro”, con lo cual las necesidades y problemas de los demás son desatendidas por él.

Grupo C: Las personas parecen ansiosas o temerosas.

  • Evitación: Evitar el contacto interpersonal por miedo al rechazo.
  • Dependiente: Sumisión y dependencia (debido a una necesidad de recibir cuidados, amor, afecto, protección…).
  • Obsesivo compulsivo: Perfeccionismo, rigidez, obstinación y repetición de acciones.

Es habitual que las personas presenten al mismo tiempo distintos trastornos de la personalidad que pertenecen a grupos distintos.

Autoestima

Es una alta o baja valoración personal que depende de un buen o mal autoconcepto.

A mejor autoconcepto más alta autoestima. A peor autoconcepto, más baja autoestima. Por ello trataremos de analizar y mejorar el autoconcepto y con ello elevaremos la autoestima.

Ideación suicida

La persona que piensa en el suicidio lo hace porque llega a la creencia, muchas veces infundada, de que nada de lo catastrófico o doloroso que está sufriendo va a cambiar.

Ante esta visión oscura e inamovible decide acceder a la muerte como una solución para acabar con su sufrimiento. En estos casos le ayudo a abrir un abanico de posibilidades que le den unos nuevos anclajes a la vida.

Adolescentes

La psicoterapia en adolescentes se puede realizar a partir de los 13-14 años y trata toda la problemática que lleva la fase adolescente de dificultad de acatamiento de las normas y en muchos casos, difíciles relaciones familiares, sociales, de amistad, o escolares.

  • Conductas aversivas (negativas o agresivas).
  • Rivalidad o celos entre hermanos.
  • Machismo en adolescentes.
  • Conflictos entre padres e hijos.
  • Abusos sexuales.
  • Relaciones sexuales intrafamiliares.