¿POR QUÉ UTILIZAMOS LAS TONTERÍAS PARA DISCUTIR?

By 22 septiembre, 2022Sin categoría

» Muchas veces utilizamos las tonterías para discutir, mostrando insatisfacción, frustración, rabia, pero no exponemos las verdaderas razones que nos hacen sentir así”.

En multitud de ocasiones he escuchado decir a pacientes y amigos:
¡Nosotros discutimos siempre por tonterías!.
¡Por una tontería de nada se monta un follón impresionante!. ¡No sé cómo, por una tontería sin importancia, acabamos tirándonos los trastos a la cabeza!.
¿Te suena?. ¿Y por qué ocurre esto?.
Sucede porque sin darnos cuenta, utilizamos las tonterías para enfadarnos y transmitir al otro nuestra frustración, pero sin exponer las verdaderas causas de ella.
Descargamos nuestra rabia y el otro se da cuenta de que estamos mal y de alguna forma le castigamos con nuestro enfado y le hacemos sufrir. Pero no se entera de las verdaderas causas que han disparado la discusión porque no se las decimos. Le hacemos saber que estamos mal pero no el porqué.
Hacemos las paces, nos pedimos perdón, ponemos una tirita y todo se calma hasta la próxima «tontería” de la que, con frecuencia,   inconscientemente, nos vamos a valer para volver a hacer sentir al otro nuestro enfado, nuestra disconformidad o insatisfacción, pero sin transmitirle la verdad, el origen real de nuestro malestar.
¿Cuáles son las causas de que se produzcan estas situaciones? Pueden ser muchas. Una podría ser el miedo a que la otra persona se tome mal lo que le diga, otra, la creencia de que si sabe lo que me duele lo utilizará contra  mí, otra que se ofenda y no me hable en tres días, una muy frecuente, que sepa mis puntos débiles o mis defectos, por lo que ya no me verá igual…
Pero la realidad es que si no transmitimos a los demás lo que de verdad nos duele no se van a poder poner soluciones y las discusiones por cosas nimias se van a instalar en nuestras relaciones de pareja, de familia, laborales o sociales.
Hemos de plantear al otro u otros lo que nos ocurre y no esperar a que lo adivinen por la cara que ponemos o por el tono que usamos. Hagamos fácil la comunicación y si no sabemos que nos pasa, buceemos en nosotros mismos, vayamos a nuestro interior y conozcámonos mejor.
Si no podemos solos o se nos hace una montaña, podemos buscar ayuda profesional siempre.
Dejemos de utilizar las tonterías para discutir, acallando las cosas importantes que de verdad nos duelen porque si no, el desgaste y la desilusión están asegurados.
Mercedes.